El agua y su aplicación en los cultivos

Fincas Bananeras

Por: Oscar Arturo Naranjo Hernandez

Ingeniero Químico UPB

La mayor parte de los seres humanos tienen la tendencia a aceptar sin cuestionar su veracidad los  informes que  consideran  importantes y que aparentemente  provienen de fuentes confiables; de esta forma, los datos se conocen y se aceptan  para  luego ser almacenados en el inconsciente. En el futuro si  alguien plantea una idea diferente va a ser muy difícil  cambiar las apreciaciones que se tienen  de esas verdades aceptadas; es más,  lo  mas seguro es que las vamos a defender como si fuéramos los autores de dicha información.

Especialmente en las últimas décadas,  el hombre viene presentando  posiciones muy definidas  de protección  de  su medio ambiente y a medida que aumenta la tecnología se crece en conocimiento para revaluar o confirmar  los conocimientos anteriores o establecer nuevas metas de investigación;  sin embargo, durante este proceso se han cometido errores que han sido muy costosos para el desarrollo de la humanidad.

Uno de los mejores ejemplos lo vivió Nicolás Copérnico (1473 – 1543) al afirmar que la tierra era redonda;  en su tiempo, para  todo el mundo la tierra era plana y  estaban en desacuerdo con su afirmación,  excepto algunos marineros de mucha experiencia. Personajes tan  importantes y estudiados  como el Papa defendieron esa verdad aceptada de que la tierra era plana, como si fuera la palabra de Dios  sin más pruebas que lo escuchado a  personajes importantes de esa época.

Hoy, el resultado de este proceso  todos lo sabemos,  gracias a la falta de visión de futuro de estos personajes y a su incapacidad de aceptar otras posibles alternativas,  la civilización  se demoró para comenzar el proceso de cambio que requería una tierra redonda; la navegación por ejemplo,  permaneció artesanal durante esos años de ignorancia y su desarrollo sólo se dio cuando se aceptó la verdadera realidad: “LA TIERRA ES REDONDA“. A partir de esto ya se podían construir barcos de mayor tamaño y realizar viajes más largos.

Veamos como  hoy se vive una experiencia similar y se convive con falsas premisas de conservación del agua  atentando contra el desarrollo del medio ambiente de los  países tropicales:

Cuando los expertos y los diccionarios aceptaron la definición de malezas como malas yerbas que nacen en los cultivos, el inconsciente  colectivo de las personas que tenían que ver con el tema,  aceptaron sin cuestionar  que eran especies indeseables  y por tal razón se debían erradicar no solamente de los cultivos sino de todas partes; con esta verdad aceptada,   se  comenzó crear todo tipo de sistemas para atacar a esos enemigos naturales;   llegando hoy,  a construir grandes empresas para acabar esas plagas. Pero esto no fue lo peor, al ser aceptada esa verdad en el agro tropical,  se siguieron los lineamientos aplicados en los países septentrionales y con muy poca investigación  se cerraron las alternativas para  usar esas especies en  programas agrícolas de alto desempeño. Sólo algunos expertos defienden esas mal llamadas plagas y muy pocos conocen los beneficios que su cobertura vegetal propicia como alimento, protección y fertilización del suelo,   estableciendo cambios fundamentales en los diferentes procesos productivos, incluyendo la conservación y  producción de agua.

Utilizar el microbosque en los cultivos

Gracias a la elevada capacidad de algunas malezas, pastos y rastrojos para  conservar el agua en el suelo  durante el día  y adicionalmente condensarla en las madrugadas en las zonas tropicales, su uso en los campos puede incrementar la producción de muchos cultivos disminuyendo los costos de operación; dicho de otra forma, el manejo adecuado de una cobertura herbácea podría resolver parcialmente muchos de los problemas que se presentan  en los veranos  para importantes programas productivos como:  los cítricos, el banano, el plátano, las sandías, el café y otros.

Desafortunadamente, los paises tropicales van  en dirección contraria y la destrucción indiscriminada de malezas se realiza  gracias a la información existente al nivel internacional y a la falta de información de académicos que transfieren las tecnología sin cuestionar su procedencia. Por lo tanto, si queremos manejar específica y adecuadamente el medio ambiente de la zona tropical, se requiere generar un cambio de mentalidad a todos los niveles.

No se puede desconocer que este proceso de cambio de paradigmas va a tener muchos enemigos, como me lo explicaba un alto funcionario de la CVC (Corporación Autónoma Regional del Valle del Cauca): “No va a ser fácil un cambio en esta dirección, ya que por culpa de nuestra educación técnica, el agro colombiano está diseñado desde la universidad como un proceso que se debe hacer con rocería y quema”.

Aplicación del microbosque en las fincas bananeras

Como un ejemplo de los beneficios de la aplicación del Microbosque Productor de Agua en el Trópico y para mostrar como este programa puede generar cambios definitivos en los procesos productivos del campo colombiano, hoy se pueden evaluar  las observaciones y recomendaciones presentadas en  una conferencia sobre Aplicación del microbosque en las fincas bananeras dictada en  la sede de CORPURABA en Urabá  a sus técnicos y algunos bananeros a comienzos de 1997. 

Es importante aclarar que en ese momento todas las fincas bananeras del país y del exterior,   presentaban un suelo expuesto al sol gracias al uso masivo de herbicidas, los programas de riego para contrarrestar los efectos de los veranos eran intensivos, las inversiones en equipos de riego eran cuantiosas, los canales  de drenaje se construían sin tener en cuenta el abatimiento del nivel freático,  el agua de los pozos profundos se desperdiciaba sin control;   éstos,  y muchos otros problemas se presentaban con el manejo del  agua de las zonas bananeras.

A  raíz de mi intervención  en CORPURABA,  fui invitado por varias de las empresas bananeras entre ellas BANADEX  para dictar conferencias a sus técnicos. En BANADEX Santa Marta, se plantearon algunas inquietudes que cuestionaron el manejo del agua en las fincas, por lo que se determinó la necesidad de visitar las plantaciones de esta zona y poder así evaluar la posibilidad de implementar un programa de cobertura vegetal y adicionalmente racionalizar  los consumos de agua en las fincas.

En las fincas bananeras visitadas se encontró el siguiente panorama

  • El riego se realizaba  por aspersión  día y noche.
  • El agua de riego procede de pozos con elevado contenido de minerales, los cuales como bien sabemos disminuyen la capacidad osmótica de las raíces de las plantas para captar el agua.
  • Se fumigaba con  mucha frecuencia  contra la Sigatoca.
  • Los canales de drenaje eran construidos  como su nombre lo indica para evacuar agua. Nunca se evaluaron desde el punto de vista como abatidores del nivel freático.

En la visita a las fincas se revisaron las diferentes variables que afectan el manejo de agua, como son el tipo de  suelo, temperatura, humedad relativa,  las especies vegetales herbáceas presentes en los cultivos y el  manejo del suelo.

Se sugirió incrementar la cobertura vegetal baja y regar sólo en las noches, buscando obtener las siguientes ventajas

  • Disminuir el consumo de energía eléctrica utilizada en el bombeo.
  • Reducir la presión de uso del  equipo de bombeo para lograr  mejor mantenimiento.
  • Disminuir  el  consumo de agua de los pozos, aumentando con ello su vida útil y por consiguiente el de la finca bananera.
  • Menguar las pérdidas de agua  por evaporación al regar solamente durante la noche. Al regar en horas de mucho calor, el agua en estado de aerosol se evapora con gran facilidad, aumentando así los costos de riego y  las perdidas de agua.
  • Al evitar el riego en el día se disminuyen los riesgos de ocurrencia de las variables que favorecen el crecimiento de la Sigatoca. Al disminuir la evaporación se evita la condensación en las hojas y la humedad en el medio ambiente, factores que favorecen el crecimiento de hongos.
  • Disminuir al máximo el uso de herbicidas para conservar la cobertura vegetal;  de esta forma, se obtiene una producción más natural, se emplea mas mano de obra no calificada para controlar la altura de la cobertura  y se aproxima a los requerimientos internacionales de producción limpia,  sin químicos.
  • Con el fin de disminuir el riego se cuestionó  la profundidad, manejo y diseño de los canales de drenaje, éstos son construidos para evacuar rápidamente el exceso de agua de escorrentía y evitar que la plantación se inunde, generando con esto  grandes pérdidas en la producción. Sin embargo,  si se mira de otra forma;  en verano,  estos canales son sistemas para abatir el nivel freático y secar el terreno, lo que es equivalente a decir que si su diseño no es el adecuado,  la plantación va a tener el agua de nivel freático fuera del alcance de la raíz de las matas de banano y por lo tanto va a requerir más agua de riego.

Conclusiones

Como bien se ha explicado en artículos anteriores, el MICROBOSQUE tiene gracias a su baja evapotranspiración y a su cobertura cerrada,  una elevada capacidad de conservar el agua aún en días muy calurosos. Con estas ventajas es posible rediseñar los programas de riego y afrontar los problemas que en época de verano se presentan en las bananeras.

Llamó la atención  ver cómo actúan los paradigmas. Nos fue posible verificar cómo el uso de la palabra drenaje puede hacer que todo un engranaje mundial dedicado al campo bananero, siga un derrotero y descuide procesos de igual importancia como el riego natural. Si a estas zanjas se les hubiese llamado abatidoras de nivel freático en vez de drenajes, no se encontrarían  los diseños que hoy se realizan. Por culpa de este paradigma,  se puede apreciar  como  en Santa Marta con una precipitación promedia anual muy baja, se construyen drenajes de igual diseño que los construidos en Urabá donde llueve con mucha frecuencia.

De todo lo anterior podemos concluir que el microbosque productor de agua, no está solamente diseñado para estar en los nacimientos de agua como lo dijimos en los artículos anteriores. Ésta es una realidad de nuestro medio ambiente tropical, es la oportunidad de utilizar con eficiencia nuestros recursos naturales para incrementar la productividad de nuestros campos.

Colombia por su posición geográfica en el globo terráqueo, por sus montañas y su biodiversidad, tiene todas las oportunidades para hacerle frente a los próximos veranos sin pérdidas apreciables en sus cultivos. El problema está en la visión de los dirigentes, corporaciones, técnicos y universidades del país para aceptar nuevos paradigmas.

Crear coberturas protectoras en los cultivos

  • Racionalizar el costo de los consumos de agua utilizados  para riego.
  • Lograr producciones limpias  a menor costo.
  • Generar empleo en la mano de obra no calificada.
  • Generar producciones sostenibles conservando sus reservas de agua.

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